Cómo superar el "que dirán".
La enfermedad que plaga nuestra generación es la comparación.
(Sigo preparando la siguiente parte del la serie de la controversia panteísta, pronto la tendrán en su correo.)
Creo que el 100% de las veces que me he comparado con otra persona me ha hecho sentir peor.
Es en serio.
Las comparaciones solo están hechas para hacernos sentir mal.
¿Por qué? Porque te estás comparando con los mejores momentos de los demás.
Como una ilusión óptica, las redes sociales han convertido la comparación en una obsesión.
Pero es un juego que nunca podemos ganar.
Por cada pensamiento positivo, tenemos cien que nos recuerdan lo atrasado que estamos.
¿Será que van a pensar que soy un raro cuando intente hacer nuevos amigos?
¿Dónde terminaré en la vida si no controlo mis deudas?
Este es el paisaje moderno.
Desarrollar confianza no es fácil.
Entre más información, más oportunidades en donde todo puede salir mal.
O, por el otro lado, más opciones en donde la confianza nos lleva al éxito y la ansiedad a la plenitud.
¿Cómo empezamos a cultivar una vida que conduzca la confianza en nosotros?
La mayoría de las personas te dirán algo como: confianza = competencia.
Esto es cierto, pero la mayoría de las personas consideran que la competencia consiste en mejorar en una habilidad específica.
De esta manera, aprenden, aprenden y aprenden, sin nunca actuar o reflexionar sobre sí mismos y así, nunca desarrollan la confianza.
Este es el resultado más común.
Si en tu vida nace la idea de:
Superar lo que otras personas piensan de ti.
Caminar por la vida con confianza y respeto.
Construir un negocio, dominar tu mente y conseguir lo que quieres de la vida.
Esta carta es para ti.
Hoy vamos a hablar sobre:
Cómo desarrollar tu brújula interna para encontrar lo que quieres de la vida.
Cómo reprogramar tu mente para transformarte en quien debes ser.
Cuál es la herramienta clave para acelerar el cambio en tu vida.
La naturaleza de la realidad y cómo puede ayudarte a dejar de preocuparte por los pequeños detalles.
No quiero que esto sea otro parche superficial de consejos paso a paso que encuentras en el Internet.
Quiero que resuelvas este problema para siempre.
Y eso requerirá que profundicemos.
La brújula interna.
La vida es tuya.
Todo lo que quieres está ahí para ser tomado.
Es solo cuestión de decidirlo.
La mente es un sistema que nos ayuda a alcanzar los objetivos que nos exigimos (y a descubrir otros.)
Está en constante funcionamiento, construyendo sentido en razón de los objetivos que se ocupan en ella.
Estos objetivos, la mayoría de veces, son el resultado de los valores que nos ha entregado el condicionamiento social.
La cultura, los padres, los profesores, las necesidades biológicas y demás.
¿Por qué es esto importante?
Entender esto determina el resultado de tu vida.
Los objetivos que ocupan tus pensamientos determinan lo que puedes percibir y aprender.
Tu mente acepta o rechaza automáticamente la información que te ayuda a alcanzar el objetivo que persigues.
La mente funciona como una máquina cuyo objetivo es rescatar la información relevante al problema que le hayas asignado.
Por ejemplo, si tu objetivo es ir a la escuela y conseguir un trabajo, solo notarás las cosas que debes hacer para lograrlo.
Si tuvieras un objetivo como vivir una vida con sentido, algo un poco más holístico y casi que interminable, notarías muchas más cosas.
En otras palabras:
Vives pensando en “qué dirán” las otras personas porque no tienes tu propio mundo para crear.
No estás consumido por tu propia visión y los objetivos que la componen.
El “flow” de Csíkszentmihályi es real.
Es el estado óptimo de la experiencia.
Te olvidas de todas las preocupaciones cuando tu atención está inmersa en un objetivo concreto.
El secreto para que tu vida se sienta como un estado de flow es tener el control de tus objetivos, porque son ellos los que dan forma a tus acciones.
Si quieres recuperar el control de tu vida, debes comenzar desde cero.
Cuestiónate todo lo que sabes.
Rebélate contra lo establecido y descubre lo que es verdad para ti.
Crea una visión para tu futuro. Hazla grande.
Aplica la ingeniería inversa y transformarlo en objetivos de 10 años, 1 año, mensuales y semanales.
Divídelo más aún en tareas de todos los días.
Esas tareas deben consistir en autoeducación y resolución de problemas.
Comienza con los problemas tangibles que tienes en la vida en este momento.
Los problemas son la luz en el camino.
Arregla tu cuerpo.
Arregla tu dinero.
Arregla tus relaciones.
Arregla tu salud mental.
No te distraigas con problemas que no están dentro de tu experiencia directa.
Verás que aparecerán otros.
Puedes ir al gimnasio para solucionar tus problemas de confianza, pero eso revelará un problema más profundo.
La confianza en uno mismo no se resuelve con la apariencia externa.
Es un problema interno.
Sin embargo, debemos comenzar por lo superficial porque esa es la única forma de llegar a las profundidades.
¿Cómo empezamos a resolver estos problemas?
A través de la autoexperimentación.
No aceptando como mandato la solución, la ideología o el consejo de otra persona.
Pronto te darás cuenta de que todos los problemas conducen al mismo lugar: la autorrealización y el desarrollo personal.
Cuanto más profundices, más éxito podrás tener y más habilidades adquirirás en el camino.
Cómo reprogramar tu mente.
Lo primero que debes entender es que nuestra mente viene con una programación.
A medida que vamos creciendo, vamos desarrollando una serie de creencias, costumbres, manierismos y formas de ver la vida.
La programación es como el código que determina la forma en que pensamos.
Es probable que tus padres no te enseñarán a entender esto porque ellos mismos no han caído en cuenta de su propia programación.
Para reprogramar tu mente debes:
Primero, romper el hábito inconsciente.
Debes detener la ejecución automática del programa.
Cada vez que sientas una reacción emocional, toma una pausa.
Una pausa es una oportunidad para cambiar de opinión.
Segundo, debes practicar la metacognición.
Cuestiona tus pensamientos y permite que tu mente se abra a nuevas posibilidades.
¿Es esto una emoción genuina o es parte de la reacción de mi programación?
¿Realmente me importa esto?
A partir de ahí, deja que estas preguntas desencadenen nuevos pensamientos.
Cuando haces este ejercicio de forma constante, se convierte en un hábito y tu mente se transforma.
Se “reprograma”.
Puede que esto no sea posible en el calor del momento, sin embargo, es posible en un espacio de reflexión o cuando estás solo.
Es solo mediante la autorreflexión que podemos reprogramar nuestra mente en cualquier momento.
Te darás cuenta de que en realidad muchas cosas no te importan, sino que a tu mente le encanta distraerte.
Una herramienta para acelerar el proceso.
La verdad es que todas las cosas que valen la pena requieren esfuerzo, y esta no es una excepción.
Sin embargo, sí hay cosas que nos pueden ayudar en el camino a cambiar nuestra programación y metas.
¿Cómo puedes mejorar tu habilidad para pensar?
Tratando tus pensamientos e ideas como si fueran piezas de Lego.
La escritura es una meta-habilidad que te ayuda a acelerar el cambio en tu vida.
Es decir, es la base por la cual puedes desarrollar cualquier habilidad.
Escribe una visión que te lleve a vivir una mejor vida.
Sé preciso en tu lenguaje.
El lenguaje vago conduce a pensamientos vagos.
Los pensamientos vagos llevan a una vida vaga.
En lugar de decir "estoy molesto", di "me siento decepcionado porque..."
La precisión aclara los pensamientos, mejora la comprensión y aclara las soluciones.
No me considero un escritor (todavía) pero sí parece que todas las habilidades que he aprendido en la vida requieren de la escritura.
Los videos y los contratos,
Los mensajes de texto y los retratos,
Las canciones, las conversaciones, y las inocentes declaraciones.
Todos somos escritores.
Una vez entiendas esto comienzas a ver los beneficios que tiene tomarlo en serio.
Escribir te ayuda en:
Organizar y articular nuestras ideas.
Tomar mejores decisiones.
Navegar el caos de tu mente.
Constantemente transformarnos en mejores personas.
Entender un mecanismo perfecto de retroalimentación.
Cuanto mejor escribas, mejor pensarás, y si tus pensamientos influyen en la mayoría de tus hábitos y acciones, escribir aumenta drásticamente tu posibilidad de éxito.
No necesitas un título que demuestre que sepas escribir, ya enviar mensajes de texto a tus amigos con más impacto que la mayoría de los trabajos escolares que entregaste.
Gracias a las redes sociales y el Internet, y dado de que puedes aprender cómo funcionan, una simple publicación en las redes sociales similar a un mensaje de texto puede llegar a cientos de miles de personas, muchas de ellas dispuestas a pagar por el valor que ofreces.
Tómate un tiempo y desarrolla un hábito de escritura.
Hazlo de una forma consciente.
Es la mejor forma de acelerar el cambio y fomentar la claridad necesaria para cumplir con nuestros objetivos.
Deja de preocuparte por las cosas pequeñas.
Si en realidad quieres dejar de preocuparte por lo que piensan los demás, debes aprender a hacer “zoom out”.
Y cuando digo “zoom out”, es alejarte por completo de tu persona.
Hasta lo más lejos que puedas llegar.
Más allá de los planetas.
Más allá del cosmos.
Hacia el universo entero.
Para los filósofos neo-platonistas, el mundo era un universo ordenado y armonioso.
El “kosmos”, en este sentido, es casi sinónimo de todas las interpretaciones de una realidad última: Dios, Brahman, el Creador, la Fuente, Teotl y el resto de nombres confesados por la lista interminable de intervenidos.
Para los griegos, cada una de las partes que conforman el todo tienen un propósito en pos de la armonía del Universo.
Otros filósofos como Spinoza, hablaban de que el mundo y Dios era un solo organismo, un solo sistema vinculado por las leyes naturales.
La teleología, es la idea de explicar algo haciendo referencia a su propósito, fin o meta.
Yo creo que podemos utilizarla para explicarnos a nosotros mismos.
Los humanos somos criaturas orientadas a objetivos.
Siempre tenemos un objetivo que perseguir.
Pero cuando ese objetivo se te asigna y permaneces inconsciente de él, te preocupas por lo que piensan los demás.
Al alinearte con el propósito de tú yo superior y el propósito del Universo, la vida tiene mucho más sentido y se vive con gracia.
Las personas que no pueden superar el “qué dirán” es porque no pueden ver el panorama general.
No pueden ver el ecosistema más amplio en que se desenvuelven.
No comprenden su propósito de vida, la razón por la cual están en esa situación y como ambos están directamente relacionados.
No pueden adoptar la perspectiva de otra persona para analizar cómo están viviendo.
Se ofenden por los comentarios ajenos porque no comprenden su visión del mundo y que es lo que verdaderamente quieren provocar.
Debemos alejarnos de estas cosas pequeñas y ver el marco completo.
Debemos entrar en este pensamiento mágico y espiritual.
Me encanta este tema y lo intenté implementar en la carta pasada.
Al entrar en este modo de pensamiento, tu mente se expande cuando observamos la situación que vivimos desde una perspectiva superior, en donde entendemos el propósito del todo y el rol de sus partes.
Lo bueno, lo bonito y lo feo.
Esto nos va ayudar en nuestro camino por navegar hacia nuestro propósito de vida y con él, la claridad mental que deseamos.
Así que, de nuevo, cuando sientas que te estás poniendo tenso y reactivo, haz una pausa.
Aléjate. Observa la situación como es.
Si no puedes controlarla, déjala ir. Encuentra las conexiones que conducen al orden.
Hasta aquí la reflexión de hoy.
Nos vemos la próxima semana,
-Esteban